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Modelos para el desarrollo en las Organizaciones
Años 50
Teoria X y Y
Ideada por Douglas McGregor[1] y plasmada en su libro El lado humano de las organizaciones[2], esta teoría plantea que los gerentes pueden tener dos maneras excluyentes de observar el comportamiento humano, específicamente, de sus empleados. La primera, llamada X, agrupa a los directivos que conciben la gestión del talento humano basada en el control organizacional y supone que la gerencia debe persuadir o recompensar a sus empleados ya que desconoce en ellos cualquier asomo de iniciativa o proactividad.
Entre otras características, la Teoría X postula que la propia naturaleza de los seres humanos los hace resistentes a los cambios y propensos a no asumir riesgos, en búsqueda de su seguridad, y que su dependencia con respecto al empleador los obliga a ser dirigidos y controlados por la empresa.
Más allá de juzgar si este planteamiento es correcto o no, McGregor afirma que si un supervisor tiene esta visión, las medidas que adopta dentro de su administración están dirigidas a organizar el trabajo en tareas simples, donde el poder de decisión sea casi nulo y las actividades estén regidas por un código de disciplina que limite la creatividad y la capacidad de análisis del empleado. Se desperdicia así la experiencia del personal y, por esa vía, las soluciones a problemas puntuales en el área de trabajo.
La Teoría Y, de modo antagónico, tiene una visión más suave de la administración. Los gerentes de este grupo entienden que sus empleados encuentran en su trabajo una satisfacción y que si se genera desmotivación es por el desgaste natural que las jornadas laborales implican. Por ello, contemplan la asignación de recompensas y el reconocímiento de los logros.
Entre otras características, la Teoría X postula que la propia naturaleza de los seres humanos los hace resistentes a los cambios y propensos a no asumir riesgos, en búsqueda de su seguridad, y que su dependencia con respecto al empleador los obliga a ser dirigidos y controlados por la empresa.
Más allá de juzgar si este planteamiento es correcto o no, McGregor afirma que si un supervisor tiene esta visión, las medidas que adopta dentro de su administración están dirigidas a organizar el trabajo en tareas simples, donde el poder de decisión sea casi nulo y las actividades estén regidas por un código de disciplina que limite la creatividad y la capacidad de análisis del empleado. Se desperdicia así la experiencia del personal y, por esa vía, las soluciones a problemas puntuales en el área de trabajo.
La Teoría Y, de modo antagónico, tiene una visión más suave de la administración. Los gerentes de este grupo entienden que sus empleados encuentran en su trabajo una satisfacción y que si se genera desmotivación es por el desgaste natural que las jornadas laborales implican. Por ello, contemplan la asignación de recompensas y el reconocímiento de los logros.
Estos gerentes ven en sus colaboradores personas activas, dispuestas a acompañar los objetivos de la empresa, siempre y cuando se realice un trabajo con el cual el desarrollo de la organización se traduzca en crecimiento profesional y personal de cada empleado.
En la práctica, los directores fomentan la toma de decisiones y la autonomía por parte de los colaboradores, y generan espacios de opinión donde la experiencia de cada empleado resulta crucial para optimizar su actividad en la compañía.
La importancia de esta teoría radica en que por primera vez se realiza un enlace entre los objetivos individuales con los corporativos y el empleado adquiere un papel fundamental dentro de la organización, no solo como responsable de su actividad sino como agente de cambio.
En la práctica, los directores fomentan la toma de decisiones y la autonomía por parte de los colaboradores, y generan espacios de opinión donde la experiencia de cada empleado resulta crucial para optimizar su actividad en la compañía.
La importancia de esta teoría radica en que por primera vez se realiza un enlace entre los objetivos individuales con los corporativos y el empleado adquiere un papel fundamental dentro de la organización, no solo como responsable de su actividad sino como agente de cambio.
"...El gerente de la Teoría X ve en su empleado a una máquina; el de la Teoría Y a un aliado."
[1] Douglas McGregor (1906-1964) fue profesor de la Escuela de Gestión Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT por su sigla en inglés, una de las escuelas de negocios más importantes del mundo.
[2] Douglas McGregor. The Human Side oj the Enterprise. New York: McGrawHill, 2006.
[2] Douglas McGregor. The Human Side oj the Enterprise. New York: McGrawHill, 2006.